viernes, 26 de febrero de 2010

Biodigestores



Un digestor de desechos orgánicos o biodigestor es, en su forma más simple, un contenedor cerrado, hermético e impermeable (llamado reactor), dentro del cual se deposita el material orgánico a fermentar (excrementos de animales y humanos, desechos vegetales-no se incluyen cítricos ya que acidifican-, etcétera) en determinada dilución de agua para que se descomponga, produciendo gas metano y fertilizantes orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.

Este sistema también puede incluir una cámara de carga y nivelación del agua residual antes del reactor, un dispositivo para captar y almacenar el biogás y cámaras de hidropresión y postratamiento (filtro y piedras, de algas, secado, entre otros) a la salida del reactor.

El fenómeno de biodigestión ocurre porque existe un grupo de microorganismos bacterianos anaeróbicos presentes en el material fecal que, al actuar sobre los desechos orgánicos de origen vegetal y animal, producen una mezcla de gases con alto contenido de metano (CH4) llamada biogás, sumamente eficiente si se emplea como combustible. Como resultado de este proceso genera residuos con un alto grado de concentración de nutrientes y materia orgánica (ideales como fertilizantes) que pueden ser aplicados frescos, pues el tratamiento anaerobio elimina los malos olores y la proliferación de moscas.

Se deben controlar ciertas condiciones pH, presión y temperatura a fin de que se pueda obtener un óptimo rendimiento.

El biodigestor es un sistema sencillo de implementar con materiales económicos y se está introduciendo en comunidades rurales aisladas y de países subdesarrollados para obtener el doble beneficio de conseguir solventar la problemática energética-ambiental, así como realizar un adecuado manejo de los residuos tanto humanos como animales.

Las principales ventajas de los biodigestores son:

•Generación de energía.
•Protección del medioambiente por la reducción de residuos contaminantes incontrolados.
•Producción de un excelente abono.
•Los residuos no necesitan tratamiento antes de su inclusión en el biodigestor.
•Su manejo es sencillo y no requiere mantenimiento sofisticado.
•El área necesaria para el procesamiento de la excreta es menor si se compara con los sistemas de tratamiento aeróbicos.
•Su costo es relativamente bajo y se amortiza rápidamente.

Sin embargo, los usos tradicionales no impiden que alredededor de esta tecnología se estén poniendo en marcha proyectos para tratar residuos orgánicos a gran escala y producir gas, como por ejemplo el de la localidad argentina de Emilia que ha puesto en marcha una planta que trata 250 kilos de basura orgánica por día y la transforma en aproximadamente 25 metros cúbicos de biogás. Este tipo de plantas en las que se construyen biodigestores en serie se ven como alternativa porque convierten un problema (las basuras, desechos orgánicos) en una oportunidad (producción de biogás, electricidad y fertilizantes).

Inconvenientes de los biodigestores
La construcción de biodigestores conlleva también una serie de inconvenientes:

•Su ubicación debe estar próxima a la zona donde se recoge el sustrato de partida y a la zona de consumo, tanto para acumular los desechos orgánicos como para abaratar los costes que supone la canalización del sistema
•La temperatura debe ser constante y cercana a los 35° C, lo que puede encarecer el proceso de obtención en climas fríos
•Puede generar como subproducto sulfuro de hidrógeno, un gas tóxico y corrosivo que puede además reducir la capacidad calorífica del biogás, encareciendo el proceso por la necesidad de depurarlo
•Puede haber posibles riesgos de explosión, en caso de no cumplirse las normas de seguridad para gases combustibles

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